Máximo, de la granja al plato.

Máximo Bistrot Local-Buenavida

Máximo Bistrot Local-Buenavida

Tan enorme como el acto de arrogancia y prepotencia  protagonizado por la apodada Lady Profeco, fue la antesala para ocupar un lugar  en el mediático restaurante que ocupa la esquina de Tonalá y Zacatecas en la colonia Roma. Y es que en lo que va del jurásico sexenio, la hija del titular del organismo que vela por los derechos del consumidor (PROFECO), ocurrió clausurar el ‘Bistrot Local’, de nombre Máximo (previo numerito de spoiled child), al no ser asignada para engullir los sagrados alimentos en la socorrida terraza del local. La señorita (que de Lady ni la uña) olvidó la paciencia en casa y nosotros, después de una hora y media en la banqueta y bajo el sol, también. La insípida Hostess del Máximo nos escoltó al comedor principal para ocupar la tan añorada mesa en el tercer turno de la hora de comida y, como era de esperarse, al sencillo y reducido restaurante no le cabía ni un alfiler. Solo los meseros eran capaces de hacer circular las charolas con langostas y cafés entre las mesas y los comensales. La paciencia se apersonó en forma de ensalada nada más ordenar los alimentos: fuimos ofrecidos a una Ensalada de alcachofas y habas cortesía del chef para amainar el desespero. Contrario a lo que la gente piensa, el Máximo Bistrot Local no le debe la fama a la hija malcriada de ningún funcionario. Eduardo y Gabriela se han desmarcado de la oferta gastronómica conocida, seleccionando solo las mejores materias primas locales del día para, previo paso por la diminuta cocina (afrancesada, que no francesa), terminar en la elegante vajilla delante del afortunado visitante. Apadrinado por Enrique Olvera, y curtido en la cocina del neoyorquino Le Bernardin, el anfitrión se deslinda de sus experiencias previas para reinventarse y crear una cocina franca que apoya los productores locales y enaltece la calidad de sus materias primas preparándolas sin adornos. Para nosotros: Steak Tartare, Atún sellado en salsa de guajillo, Pasta verde con pancetta y tomate, y Rib-eye al punto. Delicioso. La comida que no merece ser esperada no merece ser servida  y en el Maximo Bistrot Local el ritual de la buena mesa es ineludible. Apaciéntese, goce y déjese consentir como Lady de a de veras.

http://maximobistrot.com.mx/maximo/

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