Les queues parisiennes
El celebérrimo refinamiento francés se refleja en el orden de los habitantes de la capital gala. Algunas de las costumbres más parisinas como la rutinaria (y sagrada) visita al boulanger sirven para demostrar la buena cuna de sus habitantes. Transportar la baguette debajo del brazo al salir de la panadería hará siempre la distinción entre los autóctonos y los no naturales de la Ciudad Luz. Los parisinos hacen fila para lo que haga falta, para muestra…
Emeleeeeeeeeeeeen!!!! ya estoy siguiendo tu blog!!! te acabo de nominar para el
«One Lovely Blog Award» te mando un abrazote!!
Ve la info aquí:
http://dearmilano.com/2012/08/05/one-lovely-blog-award/
Kiss!!
Andy
Me voy a París dentro de unos días… ¿algún buen sitio para desayunar próximo a la zona de la Bastilla? 🙂