Categoría: Arquitectura

Historias que se beben.

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Escondido detrás de la puerta del número 511 de la colonial calle de Bartolomé de las Casas, un íntimo y agradable entorno sorprende los parroquianos que suenan la puerta para ingresar al (michoacanísimo) paraíso. Bautizada como mezcalería, Tata es mucho más que una cantina de elite moreliana. El concepto de ofrecer a los comensales una ‘cocina de autor’ inspirada en ‘lo autóctono y lo regional’ marcha fenomenal bajo la batuta de Fermín Ambas, quien forjado en los porteños fogones de Buenos Aires consigue un equilibrio estupendo en cada una de sus creaciones logrando el agasajo total de la concurrida convocatoria. Al ojo del amo engorda el caballo y los creadores del it place de Morelia lo tienen claro, son ellos mismos quienes reciben a su gente como quien abre la puerta de su casa. El espíritu del restaurante recupera la antigua usanza de nuestra tierra y resulta tan propio y original que deviene una experiencia completa.  La tradición artística de la mano michoacana se aplaude en el Tata; el mobiliario, diseñado y fabricado en Pátzcuaro ex profeso para el lugar, convive con creaciones de cobreros de Santa Clara y alfareros de Capula quienes contribuyeron con sus piezas para, junto con artistas contemporáneos morelianos, lograr una armonía en el paramento del restaurante.  Interesantes pinturas, fotografías y grabados cuelgan de las paredes de la añeja casa en el primer cuadro de la ciudad, son ellas quienes probablemente contarían las historias de los convidados, todos amigos, que se acodan en el intrínseco e insuperable patio de Tata para degustar los manjares morelianos regados todos de mezcales y cervezas artesanales.

Bartolomé de Las Casas 511, Morelia, Michoacán

http://www.tatamezcaleria.com.mx

MUST MUEBLES

MUST MUEBLES

La serie MUST have/know comienza con esta selección de mobiliario cuyo carácter intemporal es sumamente destacable teniendo en cuenta que algunas piezas tienen más de 80 años de haber sido concebidas por sus creadores, algunos de ellos renombrados arquitectos del movimiento moderno del siglo XX. La inclusión del fabricante de dichas ‘piezas de arte’ se cita en el tercer apartado pues la licencia de fabricación de las mismas pertenece a las empresas mencionadas y vale la pena siempre adquirir un producto certificado.

Tatiana Bilbao


Nada mas encontrarme, en una de mis navegaciones por la red de El País, una obra de Tatiana Bilbao y ha sido todo leer y leer de la gran promesa de la arquitectura mexicana contemporánea. Aunque sus proyectos, su trayectoria y su vida son muy interesantes, en esta ocasión serán apuntes de su biografía y una exposición gráfica de una obra en particular lo que pretendo esbozar a través de estas palabras.

Nieta de exiliados de la guerra civil española y criada en el colegio familiar, el Colegio Bilbao, una de las arquitectas más prominentes de esta generación confiesa no haber aprendido en su alma máter todo lo que la ha llevado a conseguir los numerosos reconocimientos (nacionales e internacionales) con los que ha sido condecorada: la Universidad Iberoamericana. Otrora socia de Fernando Romero, antiguo compañero de clase y yernísimo del hombre más rico del mundo, aprendió de él ‘…a tocar puertas que se han abierto en las vetas que me interesan, como el arte contemporáneo…’. En su oficina, además de su hermana, colaboran 25 personas más provenientes de todas partes del globo terráqueo. Esa globalización de la que Bilbao es practicante parte, creo yo, de la realización de uno de sus proyectos más celebrados: la Sala de exhibiciones en el parque Arquitectónico de Jinhua. La reinterpretación de un jardín chino que convive además con obras de arquitectos de la talla del despacho suizo de Herzog & DeMeuron, catapultó a Tatiana Bilbao SC a la escena internacional. Y aunque pareciera que los reconocimientos a nivel mundial (entre otros: Premio de las artes de Berlín) y las numerosas publicaciones en las que ha llegado a figurar Bilbao fuera de nuestras fronteras pudieran desorbitar a la arquitecta, su preocupación e inquietud sigue siendo su país natal, en el que reclama se tomen en cuenta a los arquitectos para la planeación y gestión de sus ciudades. No obstante de ser la arquitecta de un mecenas sinaloense, cuya colección privada de arte asciende a 35 piezas de renombrados artistas internacionales, Tatiana es consciente de la situación de nuestro país; con su Taller de investigación MX.DF, trata de establecer y entender las relaciones que conforman la producción del espacio tanto público como privado en la ciudad de México y pretende acercarse a los habitantes quienes son al fin los usuarios de dichos espacios.  Su vínculo con el arte contemporáneo perdura, y además del proyecto anfitrión de las 35 piezas internacionales (Jardín Botánico de Culiacán), una de las puertas que se abatieron a su favor fue la del celebérrimo artista contemporáneo Gabriel Orozco. Roca Blanca es el nombre del proyecto firmado por Tatiana en Puerto Escondido, México. La casa enclavada en la idílica costa oaxaqueña reclama la pureza y la sencillez propia de la artista. En palabras de Orozco: “Creo que un artista tiene la responsabilidad de crear un universo que contenga la complejidad y la inmensidad de la capacidad humana.” Y en este sentido Bilbao tuvo la responsabilidad de crear ese universo: el universo como parte central del proyecto, el círculo de agua, la esfera como representación del universo. Los cuatro puntos cardinales que sitúan al ser humano representados con los cuatro volúmenes que emergen del centro de ese universo creado. En el observatorio astronómico Jantar Mantar de Nueva Delhi, en la India, encontró la imagen de referencia para el proyecto, donde dos hemisferios que representan los de la esfera celeste y les sirven a los estudiosos para observar en ellos los cuerpos astrales.

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Fotografías:

T. Bilbao: Laura Jimenez para Magis http://www.magis.iteso.mx/node/206

Roca Blanca: Iwan Baan http://www.iwan.com/iwan_index.php

Milán al último alarido de la moda.

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En una reciente y agradable visita a la capital italiana de la moda, además de saludar a dos promesas del mundo del diseño y guapísimas primas, me di cuenta de lo inciertas que son las palabras que pronuncia la gente: “No hay nada que ver en Milán” vociferan los viajantes. Sumergidos en una escasa capacidad de apreciar lo que esta ciudad nos puede ofrecer, los viajeros se han encargado de ‘cargarle el muerto’ a la capital de la región de Lombardía. Anonadados y arrasados por el altísimo nivel cultural y artístico que seguramente vienen de ‘devorar’ en los principales epicentros italianos del arte y la arquitectura (digo yo), llegan los andarines al norte del país después de su exhausto recorrido. Al encontrarse con una ciudad de escasos monumentos antiguos, los trotamundos quedan decepcionados delante de la imponente Catedral milanesa. Pensaran que detrás de esta joya arquitectónica del gótico italiano no queda nada. Mentira. Podría enumerar muchas actividades que realizar, pero me quedo con lo que considero que me sale mejor: El sibaritismo.

Mucho había escuchado del aperitivo a la manera italiana o como lo apodan para los angloparlantes ‘Happy Hour’, que nada tiene nada que ver una cosa con la otra. Aunque forma parte de la cultura after-work italiana, el aperitivo es socorrido por visitantes y originarios de Italia (al menos en Milán). Tiene hora antes de la cena (valiente el que se atreva a cenar después) y se sirve en muchos restaurantes a lo largo y ancho de la ciudad. Luego de romper el hielo con los comensales que te acompañan y dar unos sorbos a la bebida elegida (cocktail, vino, cerveza), se aproxima uno a la barra de comida a manera de buffet.  La variedad de los alimentos a disposición de los convidados varía dependiendo del restaurante que se elija. Bruschetta, focaccia, pizza, pasta, ensaladas y una gran variedad de verduras son los protagonistas de casi todos los aperitivos milaneses. Dos buenos lugares para experimentar esta práctica son Globe (el el último piso de la tienda Coin) e Yguana (junto al parque de la Basílica de San Lorenzo Maggiore). Siendo una de las grandes capitales de la moda, Milán se reinventa constantemente y posee los últimos trabajos de creadores y diseñadores del mundo entero. Las grandes disciplinas del diseño (textil, industrial, editorial) encuentran escaparate en distintos ámbitos especializados en el tema. Excelsior y 10 Corso Como son dos nombres que deberían ser del dominio de cualquiera que se precie de ser très branché. Estas dos grandes ‘productoras de estilo’ nos conducen a elegir objetos de enorme valor artístico y excelsa calidad que exponen en sus cuidados y organizados espacios. Prendas de vestir, accesorios, zapatos, libros y un sinfín de objetos para facilitar y estilizar nuestro día a día se pueden elegir en cualquiera de las dos direcciones. 10 Corso Como nace como una propuesta de vinculación entre entidades comerciales y artísticas. Un concepto absolutamente vanguardista que posee una identidad propia y distintiva. La recuperación de un edificio abandonado se da también aquí (Merci lo hace también en París); el cortile repleto de follaje verde nos anticipa el ingreso a las diferentes ‘salas expositivas’, el frondoso jardín da el sentimiento de estar en medio de una ambiente tropical donde se puede disfrutar de un café. El obligado recorrido por las diferentes salas del edificio es una experiencia fascinante. La iluminación que proporcionan las diferentes lámparas que encontramos alrededor de los productos es perfecta. La librería y las galerías en la parte superior rematan el completísimo recorrido cultural que creó Carla Sozzani, (hermana de la directora de Vogue Italia), en 1991 y que ahora posee direcciones en Tokyo y Seúl.

Personalmente creo que este destino nos ofrece, sobre todo, una gran variedad de lugares para comer, beber, salir y comprar de excelente calidad. La apreciación de esta ciudad debe hacerse desde un enfoque diferente al habitual. El mundo de la moda y la vanguardia dominan el ambiente milanés. Se debe disfrutar de él y valorar su aportación al mundo. Los paseos interesantes en Milán incluyen barrios como Brera y el de Porta Ticinese. La oferta gastronómica es amplia, variada y la actualidad creativa está presente en los rincones de la segunda ciudad más poblada de Italia.

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http://www.globeinmilano.it

http://www.10corsocomo.com

http://www.excelsiormilano.com

‘El Arquitecto de la moda’

Don Jesús del Pozo,

Comencé a escuchar hablar de usted hace unos cuantos años. Letizia Ortiz estaba a punto de convertirse en la princesa de Asturias y heredera consorte de la corona española y en México se hablaba mucho de ella. Como es sabido de todos, Doña Letizia portaba con mucho estilo y llenaba con singular gracia sus creaciones. Como bien menciono usted alguna vez: ‘Es importante que cada persona aporte algo de su personalidad, por eso trato de hacer moda dúctil y adaptable’ y en este caso ella aportaba mucha personalidad a sus diseños, los cuales veíamos todos en los medios de comunicación. Como se habrá enterado, en días pasados se le rindió un homenaje póstumo en la Universidad Politécnica de Madrid en la Escuela de Arquitectura, al cual tuve la gran fortuna de asistir. Ha sido un verdadero honor conocer más a fondo no solo al modisto español, si no al ser humano que fue a través de este homenaje, que aunque poseía ciertamente un carácter público, término muy íntimo.

Quiero recordarle que dejo usted aquí grandes amistades que lo recuerdan con gran cariño y admiración no solo por su excelente trabajo, sino por su entrega y dedicación a la realización del mismo. Todos coincidían en que fue usted un gran diseñador: innovador, desafiante, armónico, delicado, misterioso, diverso, estructurado pero sobre todo modesto y entregado. Luis Casanova nos platico su experiencia al lado suyo y hablando de su tesis doctoral recordó la inmensa creatividad de la que era poseedor al punto de poner nombre a cada color de sus telas: berenjena negro, rosa vieja, azul tinta, azul malva, etc. Otros colaboradores pero sobre todo amigos suyos hicieron intervenciones subrayando la calidad, proporción, innovación y diversidad de sus prendas que presento no solo en España, también en Francia y Japón. Vicente Verdú (escritor), Javier Vallhonrat (fotógrafo de moda), Alberto Campo-Baeza (arquitecto) y Joana Bonet (editora de Marie Claire) fueron algunos de los participantes en esta recapitulación tan intima de su memoria. Todos ellos convocados por Don Enrique Loewe (Presidente de la Fundación Loewe), quien fungió como organizador del evento, señor Del Pozo.

‘Jesús no llego a Almirante, Jesús era el almirante’ pronunciaba su gran amigo Alberto al tiempo que nos contaba grandes anécdotas de cuando fueron vecinos de taller en la calle del Almirante 9  -izquierda el modisto y derecha el arquitecto- donde unían los dos talleres para hacer las pasarelas por las cuales desfilaban sus estilizadas modelos enfundadas en sus perfectas creaciones. Mientras Don Alberto Campo-Baeza relataba sus viejas andanzas,  Ana Belén, reía y recordaba. Echamos de menos escuchar la voz de su gran musa en un ‘palomazo’ que seguro le hubiera encantado a usted  también escuchar. Su representación personal fue la de sus hermanas, sin embargo toda la gente congregada en el salón de actos de la institución nos dimos cita en el recinto para escuchar de usted y recordarle a escasos meses de su partida.

Esta gran tarde de unión entre el mundo de la moda y la academia no pudo haber tenido mejor sede que la escuela de Arquitectura. Usted, en cada una de sus creaciones, empleaba ese rigor constructivo y la técnica estructural propia de un arquitecto. El homenaje no solo dejo testimonio de la relación que existe entre ambas, permitió asimismo conocer un gran creador español desde un lado más personal. Principalmente, Don Jesús, nos enseño usted la bondad y humildad con la que trabajó durante toda su carrera. Y como bien decía, el triunfo solo se obtiene trabajando duro. Nos recordaba Joana Bonet una frase que usted le menciono: …‘de lo poco que ya me queda’… le puedo decir que aquí le quedan grandes admiradores y fieles seguidores, pero sobre todo grandes (grandísimos) amigos.